Este es el caso, por ejemplo, cuando en un momento de incertidumbre los mercados se encuentran a la baja y la sensación de temor se apodera de los inversionistas. En ese momento, la búsqueda de refugio los hace dirigirse en masa a activos muy seguros (y por ende menos rentables), produciendo una alta presión de demanda sobre ellos con un consiguiente aumento en sus precios y un incremento en su retorno. Ejemplo de lo anterior es lo encontramos en el momento actual en Chile, en donde el Banco Central lucha agresivamente en contra la inflación para lo cual ha subido considerablemente las tasas de interés.
Es en momentos como el actual donde se requiere mantener carteras de inversión correctamente diversificadas y asociadas directamente tanto a nuestro objetivo de inversiones como a nuestro perfil de riesgo, lo cual hace importante el contar con asesoría de expertos. Adicionalmente, mantener, en la medida que el objetivo de inversión lo permita, una visión de largo plazo para no tomar decisiones apresuradas que pongan en riesgo la consecución de nuestras metas.
Si nos vamos directamente a lo que está pasando hoy en Chile, situación económica y medidas para el manejo de la inflación, vemos que este escenario ha tenido algunos efectos positivos en algunos instrumentos de inversión, siendo el más claro los depósitos a plazo en Chile que están ofreciendo tasas de retorno muy por encima de lo usual y que excede largamente lo que debieran y normalmente han dado su riesgo asociado. La pregunta que debiéramos hacernos ante esta situación es ¿Es esperable que esto se mantenga en el futuro?, ¿es este el mejor instrumento, adecuado para cualquier persona dado el momento actual?
Haciéndonos cargo de la primera pregunta, la respuesta es que el nivel actual de retorno ofrecido por los depósitos a plazo es algo que –en principio- no debiera permanecer por mucho tiempo más. Una vez que los esfuerzos del Banco Central para controlar la inflación den resultados de manera más consistente, la autoridad monetaria podría ver espacio suficiente para iniciar un ciclo de recortes de tasas de política monetaria con el fin de incentivar una economía en potencial recesión. Todo esto incidiría en todas las tasas de interés incluyendo los retornos que ofrecen los depósitos a plazo.
Respecto de la segunda pregunta de si es este el mejor instrumento adecuado para cualquier tipo de persona, la respuesta es no. Si bien bajo ciertas condiciones, como plazos muy cortos de inversión de entre 30 a 60 días, sí resulta una alternativa bastante atractiva, bajo otros criterios ya no lo sería tanto.
En primer lugar, hay que tener en consideración el principal rayado de cancha que debiera tener todo inversionista, sus objetivos de inversión y perfil de riesgo. Una persona cuyo objetivo de inversión es de largo plazo y tiene cierta tolerancia al riesgo debiera mantener el timón firme con un norte claro y permanecer en una cartera de inversiones diversificada que le ofrezca retornos mayores en dicho horizonte de inversión y que le permitan cumplir con sus metas propuestas. Aún en momentos de alta volatilidad, la recomendación es permanecer invertidos, puesto que los momentos de recuperación de los mercados suelen concentrarse en pocos días, en montos abultados y en momentos difíciles de predecir. Un ejemplo de estas recuperaciones en pocos días se puede ver en el mercado bursátil. Por ejemplo, en marzo 2023, el S&P 500 estaba prácticamente plano hasta el día 28, pero en los últimos 3 días sumó alzas en total mayores al 3%.
En segundo lugar, incluso en caso de tratarse de un inversionista con un horizonte de corto plazo o que tiene un perfil de riesgo muy conservador y necesita un refugio mientras dure la inestabilidad de los mercados, podría encontrar en fondos mutuos de renta fija o incluso del tipo money market un mejor aliado, toda vez que se trata de un instrumento cuyo riesgo asociado es muy bajo y permite estabilizar las inversiones en momentos de alta volatilidad.
Un fondo mutuo ofrece varias ventajas en relación a otros instrumentos que deben ser consideradas al momento de invertir:
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Liquidez: en general en los fondos mutuos se puede retirar la inversión en cualquier momento y sin cargos asociados (excepto aquellos con un período de permanencia mínima), mientras que un depósito a plazo la inversión no puede ser retirada de manera anticipada. Esto puede ser clave para poder aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado sin tener los dineros amarrados a un determinado plazo.
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Diversificación y manejo activo: los fondos mutuos ofrecen un pool de activos dentro de su cartera de inversiones, lo que permite estar diversificado. Además, existe un equipo de profesionales administrando los recursos y maximizando las oportunidades que se presentan a cada momento o adicionalmente a lo anterior, existen ciertas condiciones de mercado y expectativas que podrían hacernos pensar en que nos encontramos en un buen momento como para entrar en fondos mutuos de renta fija local. Si bien existen riesgos asociados a esta oportunidad, existen razones que parecieran justificar esta tesis. Como dijimos unos párrafos atrás, podríamos estar próximos al inicio del ciclo de bajas de tasas por parte del Banco Central, lo que es positivo para los instrumentos de renta fija, dado que un recorte de tasas provoca una revalorización del precio de los bonos.
¿Qué argumentos soportan estas bajas de tasas?
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Moderación de la Inflación: las proyecciones del mercado al respecto al menos así lo han establecido. De acuerdo con la encuesta de expectativas del Banco Central del mes de marzo, el mercado proyecta que la inflación acumulada a 12 meses al cierre del 2023 se encuentre en niveles del 5,20%, mientras que, en diciembre de 2024, ésta ascendería a 3,40%.
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Necesidad de incentivar el crecimiento económico: una desaceleración pronunciada de la economía producto de las tasas de interés en terreno contractivo desde hace ya un tiempo, llevaría a que el Banco Central tenga espacio para recortar la tasa de política monetaria con el fin de incentivar el crecimiento económico. Lo anterior, por cierto, sujeto a que el control de la inflación ya se encuentre encaminado y a que las expectativas futuras de precios se encuentren ancladas en torno a la meta del ente rector.
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Caída del riesgo país: parte de la caída de las tasas de interés se explica por una disminución del riesgo país ante un escenario político más normalizado, de modo que aún se ve espacio para reducciones adicionales ante los eventuales recortes en las tasas de interés. La caída del riesgo país, a su vez, otorga una mayor seguridad al momento de invertir a mayores plazos, con un menor riesgo de que un deterioro significativo se repita en el corto plazo.