¿Qué ha pasado esta semana?
La presente semana apunta a ser testigo de un momento que marque un antes y un después del actual ciclo económico. El día miércoles, mientras en Chile nos encontremos celebrando el 18 de septiembre y las fiestas patrias, la atención del mundo económico y de las inversiones estará centrada en Estados Unidos, toda vez que se celebrará la esperada reunión de la Reserva Federal para la que el mercado desde hace ya unas semanas tiene completamente descontado se de inicio a un ciclo de recortes de tasas de interés en la principal economía del mundo. Lejos parecieran quedar aquellos meses hace algo más de dos años atrás, cuando, con la cifra reportada para el IPC del mes de junio de 2022, el Índice de Precios al Consumidor en Estados Unidos alcanzara sus niveles más altos en más de 40 años, con una inflación a 12 meses que superaba el 9%.
Los estragos producidos por la pandemia de Covid-19, que llevaron a la necesidad de que las autoridades a nivel global tomasen medidas extraordinarias que incluyeron políticas monetarias muy expansivas junto a paquetes de ayuda fiscal y de apoyo a las familias, sumado a pérdidas de capacidad productiva y problemas logísticos, entre otras cosas, llevaron a que experimentáramos en gran parte del mundo unos brotes inflacionarios que parecían ya cosa del pasado. Una vez superada la pandemia, con una economía ya en mejor pie y volviendo a estar en marcha, los bancos centrales de gran parte del mundo, y la Reserva Federal no fue la excepción, debieron aplicar la receta habitual que las autoridades monetarias utilizan para controlar presiones inflacionarias y economías que sufren de un recalentamiento: subir tasas de interés hasta una zona lo suficientemente contractiva como para devolver las cosas a su lugar. Desde ese entonces es que, a partir de marzo de 2022, fecha en la Fed comenzó a subir tasas de interés es que hemos ido transitando a través de condiciones monetarias restrictivas. Y afortunadamente el remedio de la política monetaria volvió a funcionar, devolviendo a las presiones de los precios hacia una zona con la que las autoridades estadounidenses se sienten bastante más cómodas, y lo que es mejor aún, sin pasar a llevar en demasía, al menos hasta ahora, al crecimiento económico.
La semana pasada tuvimos una nueva lectura del Índice de Precios al Consumidor, esta vez con las cifras correspondientes al mes de agosto, las que mostraron un incremento del 0,2% en el octavo mes del año, lo cual lleva a que el acumulado en 12 meses descienda desde el 2,9% anterior hasta un 2,5%, dando un nuevo y decidido paso hacia la meta del 2,0%. No obstante lo anterior, el índice subyacente, es decir, excluyendo elementos más volátiles, tuvo una lectura mensual de un incremento del 0,3%, lo cual estuvo ligeramente por encima de las expectativas de un aumento más moderado de un 0,2%, llevando así a la cifra en 12 meses a un 3,2%, tal como se viera en julio y en línea con lo esperado.
El mercado ha estado especialmente sensible las últimas semanas, preocupado de las cifras de actividad ante el temor de que la Reserva Federal esté detrás de la curva y no llegue a tiempo con los ansiados recortes de tasas de interés, retraso que no es parte del escenario base ni del mercado ni nuestro. Adicionalmente, el mercado está muy atento a cualquier noticia que pudiese ayudar a dilucidar una de las principales disyuntivas de los últimos días, y que obedece a la magnitud del recorte que tendríamos esta semana en Estados Unidos. A nuestro juicio, las cifras publicadas recientemente parecieran ir más en línea con una disminución de 25 puntos, sin embargo, la posibilidad de un recorte más agresivo de 50 puntos ha vuelto a presentar alzas importantes. De hecho, aun cuando luego de darse a conocer la lectura para el IPC de agoto la probabilidad de un recorte de 50 puntos caía por debajo del 50%, el día viernes de la semana pasada, ésta volvía a empinarse hasta cerca de un 50%, mostrándose este escenario nuevamente, al menos a ojos del mercado, como una alternativa tan factible como la de 25 puntos.
Además de tener la particularidad de poder constituirse en el primer recorte de tasas de este ciclo, la reunión de esta semana reviste de interés porque se espera una actualización del popularmente conocido como “dot plot”, un conjunto de proyecciones de cifra macroeconómicas realizadas por los propios miembros de la Reserva Federal y que puede constituir una guía para el mercado de lo que el órgano rector estadounidense tiene en mente a futuro. De este modo, la reunión del 18 de septiembre tendrá bastantes aristas y aspectos a los cuales poner atención, destacando:
1. Decisión de tasas de interés, potencial recorte, y magnitud de éste
2. Tono del comunicado que acompaña la decisión y de la posterior conferencia de prensa en términos de entregar señales de cómo se vislumbra el futuro de la política monetaria estadounidense
3. Actualización del “dot plot” en términos de:
- Poder apreciar dónde están viendo los miembros de la Fed la TPM a fines de este año y del próximo de modo de contrastar las expectativas que tiene el mercado con éstas
- Revisar las expectativas de las principales cifras macro, es decir, Producto Interno Bruto, Índice de Precios al Consumidor y Tasa de Desempleo, pudiendo caracterizar de este modo el estado de la economía y confirmar el escenario de “softlanding” que se encuentra en el escenario base
- Apreciar si existe algún cambio en la tasa de interés de largo plazo que tienen las autoridades en mente, pensando en que el mercado tiene en mente una tasa neutral mayor que la que la Fed a comunicado últimamente. Asociado a esto, las últimas actualizaciones de “dot plot” que hemos visto, han ido incrementando ligeramente la tasa de largo plazo, de modo que resulta interesante observar si se mantiene esta tendencia de modo de poder calibrar mejor cuál sería la tasa de aterrizaje en Estados Unidos.
Mientras en Estados Unidos el mercado se prepara para el primer recorte de este ciclo, en Europa el Banco Central Europeo ya inició esta nueva etapa. Es así como en su reunión del mes de junio, el BCE recortaba por primera vez su tasa de referencia en 25 puntos, disminución a la que sumó un segundo recorte la semana pasada. En un movimiento que se encontraba bastante anticipado por los analistas e inversionistas, y con una probabilidad de ocurrencia cada vez mayor luego de que sus pares estadounidenses de la Reserva Federal dieran señales inequívocas de un próximo relajamiento monetario, el Banco Central Europeo decretó un recorte que llevó a la tasa de facilidad de depósito hasta un nivel del 3,5% desde el 3,75% que imperaba previo a la decisión. Si bien las autoridades del BCE mantienen el discurso respecto de la necesidad de ir ponderando las cifras económicas que se vayan presentando para futuras decisiones en materia de tasas de interés, el mercado ya tiene en mente un calendario de recortes, de modo que las tasas en la Eurozona vivirían 1 o 2 recortes adicionales, de 25 puntos cada uno, antes de que acabe el presente año.
Además de la reunión de la Reserva Federal del día miércoles, esta semana tendremos la publicación de cifras que podrían ser de interés, tales como las ventas minoristas en Estados Unidos o una nueva lectura del Índice de Precios al Consumidor en la Zona Euro. En Latinoamérica, el Banco Central de Brasil celebrará una nueva reunión de política monetaria, mientras que, en Japón, el ente rector nipón hará lo propio.
Calendario Económico (Semana del 09 al 15 de septiembre de 2024)