Las perspectivas económicas para 2024 se perciben significativamente menos revueltas que las observadas al comienzo del 2023. Aún así, persiste la incertidumbre respecto a los futuros ajustes en la política de la Reserva Federal estadounidense y la reacción de los demás bancos centrales, el posible repunte de China y eventual impacto de asuntos geopolíticos en la economía mundial. Entre una multitud de factores que influyen en el desempeño de mercados, proyectar con precisión estos cinco puntos clave será determinante para los retornos de las carteras de inversión este año.
1. La Reserva Federal (Fed) finalmente iniciará un lento ciclo de recortes de tasas
En 2024, la trayectoria de la tasa de política de la Reserva Federal sigue siendo crucial para los inversionistas, tal como en años recientes. Nuestra predicción de que las tasas alcanzarían un máximo entre el 5,25% y el 5,50% se confirmó el año pasado, marcando lo que muchos ven como el fin de un largo período de ajuste monetario. He mantenido una postura cautelosa respecto a las expectativas del mercado sobre reducciones tempranas y significativas de tasas este año, principalmente por la dificultad de alcanzar el objetivo de inflación del 2%. En cambio, es probable que la Fed postergue la relajación de su política hasta mediados de año, implementando un número limitado de recortes a lo largo del 2024. La percepción del mercado se ha alineado gradualmente con esta visión, provocando fluctuaciones considerables en el mercado de bonos.
Aunque estemos ansiosos por ver el fin de las tasas altas, es fundamental reconocer que la Fed no puede considerar una política más laxa hasta que las presiones inflacionarias estén claramente controladas. Probablemente sea necesario un leve enfriamiento en la actividad económica y un reequilibrio en el mercado laboral para eliminar las presiones inflacionarias más obstinadas antes de que la Fed suavice su política. Sin embargo, la puerta para un alivio monetario debería abrirse en la segunda mitad del año. Aunque será un ciclo de relajación históricamente moderado, el positivo crecimiento económico debería seguir asegurando un entorno de inversión favorable.
2. Los bancos centrales globales seguirán el ejemplo de la Fed en la reducción de tasas
Aun cuando hemos visto a algunos bancos centrales de mercados emergentes comenzar a reducir las tasas de interés, muchos de los mercados desarrollados apenas han finalizado sus ciclos de subidas. Típicamente, como la economía más grande del mundo, EE.UU. marca la pauta, y los bancos centrales globales esperan una señal de la Fed antes de iniciar sus ciclos de relajación. El ciclo actual no será diferente. El Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de la Reserva de Australia, por nombrar algunos, están esperando evidencia suficiente de desinflación sostenida antes de realizar recortes de tasas. Aunque prefieren esperar a que la Fed sea la primera en suavizar la política monetaria, una vez que comiencen los recortes, el BoE y el BCE probablemente actuarán con más urgencia que la Fed, ya que enfrentan un mayor riesgo de recesiones económicas prolongadas. De todas maneras, el panorama general es que habrá un ciclo sincronizado de relajación monetaria global en la segunda mitad del año.
Clave para los inversionistas, una vez que los bancos centrales, especialmente la Fed, comiencen a recortar las tasas de interés, esperamos ver un flujo de activos saliendo de los fondos del mercado monetario, buscando un nuevo hogar en diferentes clases de activos. En acciones, hay ciertas oportunidades alrededor del mundo, a pesar de las valoraciones caras. Dentro de EE.UU., el segmento de pequeña capitalización bursátil (small cap) es uno de los sectores más atractivos y que debería beneficiarse, a medida que el sólido crecimiento económico se acompaña de una política más laxa. Fuera de EE.UU., Latinoamérica presenta valoraciones atractivas, mientras que partes de Asia, particularmente India, demuestran sólidos fundamentos. Dentro de la renta fija, dado que el lento crecimiento, junto con recortes en las tasas de política, deberían presionar a la baja los rendimientos de los bonos, los inversionistas deberían considerar alargar los portafolios con bonos de mayor duración.
3. El 2024 será un año más estable para China
Debido en gran parte al estancado sector inmobiliario y los decepcionantes datos de reapertura, la economía de China tuvo dificultades en 2023. A diferencia de muchos otros países, el mercado de bienes raíces está en el corazón de su economía. De hecho, el 60% de la riqueza de China está vinculada al sector inmobiliario (el mismo dato es solo del 30% en EE.UU.) Para que la economía china mejore en 2024, el gobierno necesita abordar (y avanzar en) los desafíos dentro del mercado inmobiliario.
La buena noticia es que los responsables de la política económica están aumentando gradualmente sus medidas de estímulo, claramente preocupados por la debilidad general en la economía y el panorama de inversión. La mala noticia es que, aunque el 2024 debería ser un año más estable para China, es improbable un fuerte repunte impulsado por el estímulo, como hemos visto en años anteriores. Las acciones políticas necesitarán ser más enérgicas y más dirigidas al mercado inmobiliario si pretenden recuperar la economía de un estado de severa fragilidad. Por lo mismo, el interés de los inversionistas probablemente permanecerá moderado hasta que el impulso económico pueda ser efectivamente reactivado.
4. La inestabilidad geopolítica, particularmente en Medio Oriente, representa un moderado riesgo para las perspectivas del 2024
Por lo general, la geopolítica no tiene un impacto sostenido en los mercados – por el contrario, una caída rápida es habitualmente seguida por una recuperación rápida. Sin embargo, las tensiones que involucran cadenas de suministro y precios del petróleo pueden impactar los fundamentos del crecimiento y la inflación. Al inicio del 2024, y después de una baja continua en la inflación durante el año pasado, los inversionistas no estaban incorporando en los precios los riesgos de inflación, y por ende, los riesgos para las trayectorias de política de los bancos centrales, generados por los conflictos geopolíticos. En las últimas semanas, una creciente consideración de la amenaza ha aumentado la volatilidad en el mercado de bonos. Aunque los precios del petróleo permanecen bastante bajos, las cadenas de suministro han sido impactadas por las tensiones geopolíticas en Medio Oriente. Los costos de transporte han aumentado, elevando el riesgo de renovadas presiones sobre los precios. Mantenga un ojo tanto en los costos de envío como en los precios del petróleo en el futuro previsible. Aumentos sostenidos pueden traspasarse a las expectativas de inflación, haciendo más desafiante para los bancos centrales globales comenzar a recortar las tasas de interés.
5. ¿El mayor riesgo para la economía en 2024? El crecimiento acelerado
Entrando al 2024, una aceleración continua del crecimiento pone en riesgo tanto a la economía como la trayectoria de los bancos centrales globales. Si las economías continúan viendo un crecimiento por encima de la tendencia, es probable que las presiones inflacionarias se acumulen nuevamente. En esa situación, la Fed y otros bancos centrales serían más propensos a subir tasas en vez de bajarlas. Esto inevitablemente prepararía el escenario para un aterrizaje forzoso en 2025, algo que la Fed ha estado trabajando arduamente por evitar. El mejor escenario para los inversionistas en 2024 es un crecimiento que desacelera suavemente y culmina en un aterrizaje suave y recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.