Históricamente, los mercados financieros reaccionan exageradamente en el corto plazo, pero tienden a ajustarse a largo plazo. Esto cobra relevancia al analizar lo sucedido en 2020. Sin embargo, es crucial centrarse en la situación actual y en las perspectivas futuras.
Reduciendo el riesgo de inversión
La diversificación implica distribuir las inversiones en diferentes tipos de activos, aumentando así las posibilidades de que la cartera pueda soportar la volatilidad del mercado. Un portafolio diversificado tiende a verse menos afectado por las fluctuaciones a corto plazo en comparación con una inversión en un solo tipo de activo.
En resumen, es preferible invertir un monto en varios instrumentos financieros en lugar de uno solo. Esto disminuye el riesgo, aunque no lo elimina por completo, y evita depender únicamente de un activo en caso de sufrir una caída.
Ten en cuenta que los instrumentos de inversión conllevan los riesgos habituales, incluyendo los del mercado y los asociados al portafolio.
Claridad en el objetivo de inversión
Mantener la disciplina y perseverar en tus inversiones a pesar de la turbulencia y las malas noticias en los mercados requiere tener claro tu objetivo a largo plazo. Los mercados tienden a recuperarse tras períodos de baja.
Para ello, es importante definir tu propia estrategia de diversificación. Debes identificar tus diferentes tipos de activos y determinar cómo combinarlos de manera adecuada.
Recuerda siempre la regla más importante: ahorrar sistemáticamente y mantener una diversificación adecuada.