El presente año viene cargado en materia electoral. No solo se llevarán a cabo los procesos de elecciones regulares como las presidenciales, de parlamentarios y alcaldías, sino que se nos agrega un evento particularmente relevante como es el de la elección de los miembros que conformarán la Convención Constitucional.
Este es un órgano que tendrá encargada la misión de redactar una propuesta de Nueva Constitución que reemplace a la actual, propuesta que debe ser ratificada por la ciudadanía a través de un plebiscito de salida.
Desde el punto de vista de los inversionistas, este proceso constitucional añade una cuota adicional de incertidumbre al mercado, sumándose a las preocupaciones ya existentes por los efectos económicos de la pandemia, la rapidez, o no, con la cual se pueda lograr la reactivación y los avances del proceso de vacunación.
El proceso electoral de este 15 y 16 de mayo cuenta con un primer escollo que sortear: la participación. Los efectos de los diversos rebrotes de la pandemia por coronavirus se hacen sentir en diversas regiones del país y esto podría mermar en algo la participación ciudadana. El antecedente de la alta participación en el plebiscito del 25 de octubre pasado (en el que se aprobó echar a andar el proceso constitucional y el mecanismo que lo llevará adelante) realizado en pandemia permitiría cierto optimismo, aunque las condiciones sanitarias en ese entonces eran más favorables.
Otro elemento para tener en consideración es que las elecciones de los constituyentes se harán en conjunto con las de gobernadores, alcaldes y concejales, de modo que la posibilidad de participar en ellas podría incrementar el interés de participar en el proceso.
Convención Constitucional: quórums necesarios para lograr acuerdos y temas a tratar
El Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que el 15 de noviembre de 2019 firmaron distintos actores del mundo político nacional, fijó algunos aspectos que definen el ámbito de acción de la Convención Constitucional y los quórums necesarios para lograr acuerdos, los cuales deberán contar con la aprobación de al menos dos tercios de los integrantes. Tomando como referencia los resultados de las votaciones de elecciones anteriores, lo más probable es que ningún sector pueda sobrepasar los dos tercios de representación en la convención, dando paso a la necesidad de alcanzar acuerdos y reduciendo la posibilidad de soluciones extremas en una u otra dirección.
Respecto de los temas que podría generar mayor discusión de cara a una nueva Constitución, tenemos, por ejemplo:
1.- Revisión del régimen presidencial.
2.- Rol del Tribunal Constitucional.
3.- Organización y misión del Banco Central.
4.- Derecho de propiedad y sus alcances.
5.- Qué derechos debiesen estar garantizados.
6.- Tamaño y rol del Estado y el papel a jugar por el sector privado.
7.- Usos y derechos sobre recursos naturales como el agua o recursos mineros.
8.- Inclusión de conceptos medioambientales, de sustentabilidad y diversidad.
9.-Tratamiento del tema de pueblos originarios.
A pesar de la incertidumbre, no debemos subestimar el exitoso proceso de vacunación y recuperación económica
Tomando todo lo anterior en consideración, sabido es que el mercado detesta a incertidumbre, de modo que lo más probable es que veamos bastante volatilidad a lo largo del proceso. No olvidemos que, ya más avanzado el año, tendremos las primarias y posteriores elecciones presidenciales que contribuirán a la mayor volatilidad. Pudiésemos ver movimientos erráticos a nivel de la bolsa local en la medida que se vaya conociendo información y la incertidumbre también pudiese ser capturada a nivel de tipo de cambio, colocando mayor presión a este si es que se incrementan los niveles de riesgo.
En relación con lo anterior, parte de la incertidumbre existente por todo el proceso podría ya estar en gran parte descontada en los precios de los activos financieros. Ejemplo de esto es el propio nivel en que se encuentra el tipo de cambio, el cual, ante los impresionantes avances que ha evidenciados el precio del cobre, podría encontrarse en bastante más por debajo de los valores que vemos hoy en día, moviéndose en torno a los $700.
Una teoría para explicar la fortaleza del dólar en Chile apunta justamente a la existencia de incertidumbre por los procesos políticos que nos esperan.
No obstante, lo anterior, también podrían existir razones que pudiesen agregar sesgos más favorables al mercado, dado que probablemente aún no estemos siendo capaces de visualizar la magnitud de los efectos positivos que podrá tener en la economía un proceso de vacunación acelerado y exitoso como el que está llevando el país hasta el momento.
De hecho, la recuperación económica ya se está manifestando en cifras, tal como hemos podido apreciar en el índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) del mes de marzo. Asimismo, a pesar de que en abril pudiésemos ver cifras algo más bajas producto de las cuarentenas, parecieran ganar fuerza las expectativas de un PIB creciendo por encima del 6% este año.
A las noticias más favorables podemos agregar que en el ámbito internacional, aparte de estar apreciando precios del cobre en niveles históricos, Estados Unidos y China, dos de nuestros principales socios comerciales, muestran recuperaciones bastante robustas, lo que tendría incidencias positivas también para nuestro país.
Portafolio bien diversificado ante la volatilidad de los mercados: sin temor a invertir en activos locales
Dado que es probable que tengamos un ambiente más volátil, la regla debe ser mantener un portafolio bien diversificado, con inversiones que no dependan de lo que acontezca exclusivamente en un único destino. ¿Significa esto que debiéramos evitar los activos locales? La respuesta es que no, sino que lo que realmente necesitamos es una cartera que tenga exposición a una diversidad de activos y geografías.
Respecto de la porción de activos locales en nuestras carteras, hemos subponderado tácticamente sus ponderaciones debido a la mayor incertidumbre. Sin embargo, mantenemos alguna exposición, ya que parte importante de la incertidumbre podría estar ya descontada en los precios, como comentábamos anteriormente.
Debemos estar atentos a cómo se vayan desenvolviendo los hechos, pudiendo esperarnos mejores perspectivas a futuro a medida que se avance en el proceso constitucional y político en general y se vayan alcanzando mayores certezas, pero mientras esto se produzca debiéramos ser cautos y privilegiar la diversificación.