Muchas veces hemos comentado la importancia de planificar nuestras inversiones, considerando tanto nuestro objetivo de inversión como perfil de riesgo, y el cómo podemos maximizar el resultado con una visión de largo plazo.
Tan importante como lo anterior es la etapa en la cual ejecutamos lo planificado, en donde la selección de vehículos de inversión se vuelve también muy relevante. Y es que, existe una infinidad de diferentes productos que invierten en un mismo asset class, pero no todos son iguales. Se debe desarrollar una capacidad de selección que permita rankear estos vehículos desde el más al menos preferido. Dentro de estos criterios de selección, una de las cosas en que nos fijamos especialmente en Principal, además de su relación riesgo retorno, performance y prestigio de quien administra, es en la consistencia.
¿Por qué es tan importante y deseable la consistencia en los resultados a lo largo del tiempo?
Hagamos una analogía deportiva pensando en un equipo de fútbol. Algunos futbolistas, que suelen ser los más destacados y premiados, son excelentes delanteros y brillan en el ataque de sus equipos; otros son excelentes defensas y se constituyen en un verdadero muro para frenar a sus rivales. Sin embargo, cuesta mucho encontrar jugadores que sean buenos tanto atacando como defendiendo.
Un equipo de inversiones o portafolio mánager que es capaz de sobresalir ante diferentes situaciones del mercado, tan disímiles como las que hemos visto en los últimos años, es complejo de encontrar y digno de destacar. La selectividad de vehículos de inversión es muy relevante, de modo que poder identificar a los mejores productos es una tarea que requiere de especial atención y de una mirada profesional para poder llegar a buen destino en la consecución de nuestros objetivos de inversión.
Lo anterior no implica que bajo todo escenario siempre se obtenga resultados positivos, sino que de manera consistente se ubique dentro de los mejores de su categoría. Así como dice el refrán, “no se le puede pedir peras al olmo”, tampoco es razonable creer que, por ejemplo, podré tener beneficios en la porción que tenga destinada a acciones norteamericanas en un escenario en que la renta variable estadounidense se presenta a la baja. No obstante, lo que sí podría esperar es que mi vehículo se ubique dentro de los que menos pierdan en este caso.
Por el contrario, si es que el escenario se presenta beneficioso para esta clase de activo, un buen producto se encontrará dentro de los que mayores retornos ofrezcan. Ser bueno en ambos escenarios es lo más deseable pues -con un horizonte de largo plazo- el retorno de los activos financieros tiende a su promedio, que, bajo esta lógica, será positivo. En resumen, al construir carteras de inversión de largo plazo una de las cosas que justamente se busca en los vehículos de inversión es que sean consistentemente buenos a lo largo del tiempo, porque en este horizonte de inversión más prolongado nos encontraremos con situaciones de todo tipo, buenos y malos momentos, de modo que contar con un activo que se destaca bajo distintos escenarios es muy deseable para el resultado final de las inversiones.
En Principal apuntamos a lograr rentabilidades consistentemente por sobre el promedio de los competidores de modo de lograr estar dentro de los más destacados en el largo plazo. Esto se logra, entre otras cosas, sin asumir riesgos innecesarios, con un equipo interdisciplinario que trabaja en conjunto y teniendo siempre como norte el tomar esto como una carrera de largo aliento, manteniendo firme el timón ante las vicisitudes y obstáculos que se presenta en el trayecto.