La semana pasada, el Silicon Valley Bank (SVB) -que hasta ese momento era el decimosexto banco de Estados Unidos- comenzó a atravesar por problemas de liquidez. Con el fin de cumplir con los crecientes rescates de depósitos, la institución financiera salió a vender parte de su cartera de activos, asumiendo con ello importantes pérdidas. La respuesta inicial de los mercados ante este hecho se tradujo principalmente en caídas el viernes 10 de marzo. En el caso del índice S&P 500, éstas rozaron el 1,5%, lideradas por el sector financiero y específicamente los bancos regionales, debido al temor de que dichas instituciones pudieran enfrentar problemas similares al SVB.
Durante el fin de semana, las autoridades norteamericanas tomaron algunas determinaciones para contener el riesgo de que esta situación -y la incertidumbre que ha creado- termine contagiando a más entidades. Dentro de estas medidas destaca la toma de control de los activos del SBV por parte de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) para proteger a los depositantes. Por su parte, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció que se garantizaría el acceso a todos los fondos por parte de los depositantes desde el mismo lunes de esta semana. Adicionalmente, la Reserva Federal declaró que hará disponibles fondos adicionales para "garantizar que los bancos tengan la capacidad de satisfacer las necesidades de todos los depositantes".
En la misma línea, las autoridades intervinieron otra institución bancaria, el Signature Bank, en las mismas condiciones. No obstante, la intervención de las autoridades no debiera ser vista como un rescate de las entidades en problemas, toda vez que sólo los depósitos serán protegidos.
¿Cómo están reaccionando los mercados?
Si bien los anuncios han traído algo de tranquilidad respecto de que la autoridad ha utilizado sus herramientas para contener los efectos que la caída de este banco pudiera tener, los mercados se encuentran intentando digerir lo que podría ser un cambio de escenario respecto de lo que se tenía hasta unos días atrás. En primer lugar, se ha producido una búsqueda importante de refugio por parte de los inversionistas, acudiendo a activos de mayor seguridad como los bonos del Tesoro de Estados Unidos. A la vez. los analistas se empiezan a preguntar si es que bajo las nuevas condiciones sigue siendo imperativo que la Reserva Federal siga subiendo las tasas de interés. Esto ha comenzado a aumentar la probabilidad de que en la reunión de política monetaria de la próxima semana no ocurran movimientos a la espera de tener más información. Todo lo anterior hizo caer fuertemente las tasas de interés en Estados Unidos, revalorizando la inversión en renta fija. Si bien la Reserva Federal podría tener en consideración esta situación en esta reunión, es un hecho que la inflación aún sigue alta, de modo que una vez pasada esta incertidumbre es probable que vuelva a poner la estabilidad de precios en el centro de su atención.
La situación ocurrida podría tener algunas implicancias adicionales. Compañías en expansión, o en sus etapas iniciales de crecimiento, podrían ver mermadas sus opciones de financiamiento al menos de manera temporal, toda vez que los bancos en cuestión tenían como una de sus fuentes principales de negocio el financiamiento de inversiones relacionadas al venture capital.
¿Cómo enfrentar esta incertidumbre?
Como hemos comentado en otras ocasiones, los momentos de alta incertidumbre no son un espacio razonable para tomar decisiones ni hacer apuestas relevantes en alguna u otra dirección, dada la necesidad por parte del mercado de digerir los eventos recientes, lo que puede traer consigo un aumento importante de la volatilidad. En nuestro informe de estrategia del mes de marzo, frente al incremento de los riesgos percibidos por el control de la inflación, neutralizamos nuestra posición en Renta Variable a través de un recorte en la exposición a acciones de Estados Unidos, incrementando la ponderación a Renta Fija con grado de inversión. A la luz de los hechos anteriormente descritos, esto resultó ser una decisión bastante acertada. Así también, parece prudente mantener un foco en emisores con alta capacidad generadora de flujos, balances fuertes y cuyos negocios no se encuentren especialmente vinculados al ciclo económico.
Finalmente, cabe destacar la importancia de la diversificación de las carteras de inversión para contar con un portafolio capaz de resistir volatilidades como la actual. Destacan en este sentido las inversiones denominadas en dólares, ya que como hemos dicho en ocasiones anteriores, en momentos de alta incertidumbre los inversionistas se refugian en activos que les presten mayor seguridad, dentro los cuales se encuentra la divisa estadounidense, la cual responde al alza en nuestro país por la demanda sobre ella, ayudando a compensar, al menos en parte, las posibles pérdidas de un escenario negativo para los mercados.
Nuestras carteras recomendadas ya consideran los puntos anteriormente descritos. Como hemos dicho en ocasiones anteriores, el realizar movimientos apresurados en respuesta a eventos puntuales sin tener toda la información sobre la mesa puede terminar siendo perjudicial para la obtención de los objetivos propuestos, por lo que una visión de largo plazo es una buena compañera en este viaje.
Es importante señalar que en Principal nos encontramos siguiendo de cerca los eventos descritos anteriormente para poder reaccionar oportunamente en caso de ser necesario a nivel de las recomendaciones de inversiones. Sabemos lo importante que es para nuestros clientes contar con información oportuna respecto a este tipo de hechos, de modo que estaremos en contacto ante cualquier novedad que lo amerite.