A todo nos ha pasado más de una vez que hemos planeado lo que vamos a hacer el próximo feriado largo o las siguientes vacaciones y terminamos concretando algo distinto. ¿Quién iba a pensar que en el año 2020 estaríamos encerrados cinco meses en nuestras casas? Esto responde a que no siempre tenemos el control en todos los aspectos de nuestras vidas y la mayoría de las veces nos jugamos al escenario más probable.
Riesgo de inversión para definir el perfil de inversionista
Lo anterior también aplica al mundo de las finanzas e inversiones. ¿Cuánto estamos dispuestos a perder en caso de que las cosas no salgan según lo planeado? La relación entre el riesgo y retorno nos indica que, a mayor riesgo, mayor es el retorno que podemos esperar de una inversión. Pero esta relación no es lineal, sino que más bien el retorno esperado va creciendo a una tasa cada vez menor a medida que aumentamos el nivel de riesgo.
Definir el perfil del inversionista consiste básicamente en lo anterior. Es decir, a través de un conjunto de preguntas y respuestas buscamos evaluar la preparación y disposición del inversionista a tomar riesgos, lo cual es importante porque nos permite ofrecer productos, servicios y alternativas de inversión que se acomoden lo más posible a su perfil y necesidades. Algunas preguntas incluidas en estos cuestionarios tienen relación con la edad, plazo de inversión, objetivo de inversión o grado de conocimiento del mundo de las inversiones, entre otras.
A modo de ejemplo, pensemos en los dos casos extremos: una persona con un alto grado de aversión al riesgo, Francisco, y otra con un elevado apetito por el riesgo, Alejandra. Las respuestas de Francisco al cuestionario deben ser más o menos similares a la de una persona con un horizonte de inversión de corto plazo, que piensa cambiar su auto o ahorrar para el pie de una casa en los próximos años. Por otro lado, Alejandra posiblemente presenta un objetivo de inversión distinto y a mayor plazo, como ahorrar para su jubilación o la educación de sus futuros hijos.
Volatilidad financiera, ¿cómo se enfrenta?
Hablemos ahora de la volatilidad, ¿qué se entiende por volatilidad? La volatilidad mide el grado de variación de precios de un instrumento o mercado con respecto a su valor promedio para un cierto intervalo de tiempo.
Por ejemplo, la volatilidad de la acción de Tesla para los últimos doce meses fue de 5,1%, mientras que para la acción de Apple durante el mismo periodo fue de 2,6%. De este modo, podemos decir que Tesla fue más volátil que Apple durante los últimos doce meses.
También podemos calcular la volatilidad del índice que comprende ambas acciones, el Nasdaq. Este índice es comúnmente referido para medir el desempeño de empresas relacionadas con el sector tecnológico, ya que la mitad de las acciones que lo componen pertenecen a este sector. En los últimos doce meses, la volatilidad del Nasdaq fue de 2,1%, menor que las cifras calculadas para Tesla y Apple. La menor volatilidad del Nasdaq nos demuestra, entre otras cosas, los beneficios de una cartera diversificada, en este caso desde la perspectiva de minimizar el riesgo.
Si acortamos la ventana de tiempo y calculamos la volatilidad para Tesla, Apple y el Nasdaq en los últimos cinco meses para ver qué ha pasado desde la pandemia obtenemos volatilidades de 5,9%, 3,5% y 2,9%, respectivamente. Si bien estas cifras son mayores a las del periodo anterior, nuevamente el Nasdaq es el que presenta la menor volatilidad.
Si queremos ser más específicos todavía, podemos ver cómo se movió la volatilidad de estos tres ejemplos en marzo, mes donde se produjo la corrección de los mercados bursátiles asimilando menores perspectivas de actividad producto de la pandemia. La volatilidad de Tesla, Apple y el Nasdaq fue mayor aún: 9,3%, 6,5% y 5,7% respectivamente.
Claramente, la volatilidad no es homogénea a través del tiempo y ciertamente aumenta en periodos de incertidumbre como el que hemos vivido este año. Por esto es importante saber si como inversionistas se nos “aprieta la guata” y nos apanicamos cuando nos exponemos a instrumentos que pueden sufrir grandes movimientos, como los que vimos en marzo, o si estamos conscientes de los riesgos y cómodos con invertir en ellos en vista de los objetivos y horizonte de nuestra inversión.
Considerar el horizonte de inversión
Volviendo al ejemplo de Francisco y Alejandra, teniendo en cuenta sus perfiles de inversión y lo que hablábamos al principio acerca de que lo que planeamos no siempre es lo que terminamos ejecutando, hubiese sido una mala idea para Francisco el haber estado invertido en productos muy volátiles dado que su horizonte de inversión era a corto plazo.
Lo más probable es que ante las estrepitosas caídas del mercado financiero que vimos en marzo como, por ejemplo, el 16 y 18 de marzo cuando Tesla cayó 18,6% y 16%, respectivamente, él, con su “guata apretada”, hubiera preferido vender sus inversiones ante el miedo de observar mayores pérdidas de capital que pusieran en riesgo la compra de su auto o el pie de su casa. Claramente, el perfil de este inversionista no es apto para inversiones que presenten alta volatilidad.
En cambio, si Alejandra, que tenía un perfil más arriesgado, hubiera invertido en estos activos volátiles, obviamente durante el 16 y 18 de marzo no lo habría pasado bien, pero su horizonte y objetivo de inversión le hubiese permitido seguir exponiéndose al mercado y eventualmente recuperar sus pérdidas. De hecho, al 18 de marzo el precio de una acción de Tesla era de $361 dólares y al 31 de julio la acción valía $1.430 dólares, es decir, ¡casi cuadruplicó su valor!
Como vimos, no todos somos aptos para el mismo tipo de inversión. Es importante que definamos con honestidad y objetividad qué tanto estamos dispuestos a arriesgar, por cuánto tiempo y cuál es nuestro objetivo. Como inversionistas, ¿respondimos el cuestionario de perfilamiento a conciencia?, ¿nos estamos exponiendo a un mayor nivel de riesgo del que realmente estamos dispuestos a afrontar? o, de lo contrario, ¿podemos arriesgar un poco más?
Nuestros equipos de asesoría pueden ayudarte a responder estas preguntas y a encontrar las alternativas de inversión que respondan de mejor manera tus necesidades.
Sean cuales sean tus respuestas, debes saber que no siempre se trata de ganar y que en escenarios inciertos como los que hemos vivido desde marzo, toma más relevancia que nunca el estar posicionado de acuerdo con tu perfil, para evitar sorpresas y “dolores de guata”.